Moviéndonos en deosil alrededor del círculo llegamos al Nor-Este, donde los elementos de la Tierra y el Aire se combinan.

Indica el tiempo de las primeras flores que marcan el inicio de la primavera.

Es una fiesta femenina cuyo opuesto es Lammas.

Inicialmente es una fiesta de luces donde se encienden velas y hogueras.

Igual que en los demás días de los cuartos, se hacen ofrendas de comida y bebida (leche) que se sacan a la naturaleza para los seres feéricos vertiéndolo sobre piedras colocadas en vertical.

Es el tiempo en que La Serpiente Blanca o de la Novia, emerge del suelo donde ha estado durmiendo los meses invernales. Esta representa la vida que vuelve de nuevo a la tierra.

Se hacían homenajes a Cailleech, la Anciana del Velo, el aspecto de la Divina Madre anciana, representación de las fuerzas del invierno.

El niño-niña nacidos en pleno invierno ha crecido, pero sigue dependiendo de que lo alimenten y protejan, aunque empieza a partir de ahora a reconocer los límites y la diferencia entre el-ella y el mundo. Este es el primer paso hacia la independencia  de pensamiento y de ser.

COMO SE CELEBRABA ANTIGUAMENTE

Se acerca Imbolc, el inicio de la primavera. Representa la conjunción de la Tierra y el Aire. La palabra Imbolc viene del celta ouinelko, leche de oveja, ya que en esta fiesta se celebra que las ubres de las ovejas están listas para dar leche, justo treinta días antes de parir.

Los celtas entienden que toda vida nace de la oscuridad y se dirige a la luz: el guisante que surgirá de la vaina, las aves de sus protectores huevos, las plantas que crecerán de la semilla enterrada en la tierra, los niños que nacerán del vientre materno,…

Así la primavera implica un tiempo en el que algo se va encendiendo lentamente en el regazo de la Diosa, casi en secreto, como una tenue llama que irá creciendo suavemente sin pausa. Aunque en el exterior aún se aprecie claramente que seguimos en el Reinado del Oscuro  Invierno, su tiempo está a punto de expirar para dejar de nuevo paso a la Luz de la Tierra Fértil. Desde Samhain se han ido forjando las ideas e ilusiones que deberán brotar y crecer a partir de Imbolc. Este periodo indica dos temas esenciales: el nuevo amanecer de la propia Tierra y el nuevo amanecer dentro de nosotros siguiendo el ciclo.

El clima empieza a suavizarse y los días cada vez son más largos. Poco a poco pero sin pausa…

La Diosa Brigit, señora del Fuego, del hogar, de los artesanos, de los poetas, de la adivinación y la profecía, muestra su fuerza en este periodo del año. Se la conoce como la señora de los Tres rostros y de las Tres Naturalezas. Se la representa con tres fuegos: el Fuego de la Curación, el del Hogar y el de la Inspiración.